Marrakech no fue solo un destino en el mapa para Yves Saint Laurent, fue una fuente constante de inspiración y un hogar del corazón. Durante cuarenta años, este icono de la moda tejía su historia en los entramados de esta ciudad vibrante, dejando un legado que perdura hasta hoy.
Desde la transformación del Jardin Majorelle hasta la creación de un museo que lleva su nombre, Saint Laurent se empapó del espíritu de Marrakech y lo reflejó en cada diseño. Este lugar no solo capturó su imaginación, sino que también alimentó su creatividad y fortaleció su visión vanguardista y multicultural.
Nacido en Argelia, Saint Laurent siempre tuvo un pie en África. Su juventud en Orán, rodeado de una mezcla rica y diversa de culturas y paisajes, preparó el escenario para su amor por Marrakech. Este amor se reflejaba en cada esquina de la medina, donde los colores vibrantes y las texturas ricas alimentaban su alma y sus diseños.
Saint Laurent encontró en Marrakech más que un refugio; encontró un espejo que reflejaba su propia pasión por la belleza y la innovación. El Jardin Majorelle, con su exuberante vegetación y sus tonos vibrantes, fue rescatado y restaurado por él y su pareja, Pierre Bergé, convirtiéndolo en un regalo para la ciudad que tanto les dio.
Hoy, el legado de Saint Laurent en Marrakech es un testimonio de su relación con la ciudad. El museo Yves Saint Laurent no solo alberga sus creaciones icónicas, sino que también celebra la fusión de culturas que tanto defendió. A través de su apoyo a la artesanía local y sus esfuerzos por fomentar la sostenibilidad, la marca continúa impactando positivamente en la comunidad.
Yves Saint Laurent trabajando en su escritorio en Villa Oasis (1980)
La historia de Yves Saint Laurent y Marrakech es una prueba de que los lugares que amamos pueden transformarnos tanto como nosotros a ellos. Es una narrativa de pasión, arte y compromiso eterno con la belleza y la diversidad cultural. En Travelviar, celebramos este viaje, recordando que cada destino tiene el potencial de convertirse en una parte de nosotros, alimentando nuestra alma y expandiendo nuestros horizontes.
Yves Saint Laurent y Pierre Bergé en Villa Oasis, 1976.
magínate a Yves Saint Laurent caminando por los estrechos y laberínticos callejones de la medina junto a Pierre, mezclándose los ruidos del día a día con el aroma a especias, viendo a la gente pasar vistiendo ropa de colores vivos, infinitas texturas y tejidos. Luego de su caminata podían disfrutar de un almuerzo o café en el Grand Café de la Poste, entre las sombras de la arquitectura centenaria, para después pasar por el barrio judío, visitar el Museo de artes y artesanías Dar Si Said y presenciar la magnitud de la naturaleza en los icónicos palmerales, inmersos en sonidos de pájaros e insectos, rodeados de plantas exóticas, como su preciado y concurrido Jardín Majorelle, que en ese momento no tenía la atención e inversión necesario como para que brille. No obstante, la esencia permanecía, con sus colores azules, rojos y ocres.
Era inevitable que de esos rincones secretos surja una creatividad capaz de desafiar los estándares occidentales y lo transforme espiritualmente.
Aquí te dejo diez datos viajeros sobre Yves Saint Laurent que quizás no conocías, ideales para complementar la historia de su conexión con Marrakech y su impacto en el mundo de la moda:
Primer viaje a Marrakech: Yves Saint Laurent visitó Marrakech por primera vez en 1966, y el viaje fue tan significativo que inmediatamente compró una casa allí, la famosa Villa Oasis.
Amor por Jardin Majorelle: Saint Laurent y Pierre Bergé compraron el Jardin Majorelle en 1980 para evitar que fuera demolido y reemplazado por un hotel. Lo restauraron, preservando el legado del pintor Jacques Majorelle.
Inspiración botánica: Las extensas colecciones de plantas en el Jardin Majorelle inspiraron muchos de los motivos florales y los colores vibrantes en las colecciones de moda de Saint Laurent.
Rituales de diseño: Se dice que Saint Laurent encontraba mucha de su inspiración durante sus largas caminatas por la medina y los zocos de Marrakech, observando la vida local y los vibrantes mercados.
Casa de moda en Marrakech: Aunque su principal estudio de diseño estaba en París, Saint Laurent a menudo trabajaba en sus colecciones desde Marrakech, llevando bocetos y telas entre ambos lugares.
Lanzamiento de colecciones: Algunas de sus colecciones más famosas, incluyendo la “Marrakech” de 1967, fueron directamente inspiradas y nombradas en honor a sus lugares favoritos en Marruech.
Influencia de los textiles marroquíes: Saint Laurent incorporó elementos de la vestimenta tradicional marroquí, como kaftanes y turbantes, en la alta moda, una innovación en aquel tiempo.
Un museo en su honor: El Museo Yves Saint Laurent Marrakech se inauguró en 2017, cerca del Jardin Majorelle, diseñado por Studio KO, reflejando las curvas y los tejidos de sus diseños.
Contribuciones culturales: Además de su impacto en la moda, Saint Laurent y Bergé financiaron restauraciones de varios sitios históricos en Marrakech, mostrando su compromiso con la preservación cultural.
Legado de apertura cultural: La fascinación de Saint Laurent por Marrakech ayudó a popularizar la ciudad y su cultura en el Occidente, cambiando percepciones y fomentando un diálogo intercultural más rico.
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Me encantó no conocía esta historia!